– El Gobierno andaluz amplía el “marco temporal” hasta 1982 y destina 265.000 euros.
– La Administración vasca presupuesta 196.000 euros, más 75.000 para la Sociedad de Ciencias Aranzadi.
– Ningún tipo de ayudas a proyectos memorialistas en el resto de autonomías.
[Imágenes – El Roto]
La Memoria Histórica ha andado en muchas ocasiones con cierta cojera del apoyo institucional. Una muestra es la práctica desaparición de las subvenciones autonómicas en el último bienio. Hay convenios puntuales –entre diputaciones, ayuntamientos y asociaciones–, pero por la crisis económica o por otras razones, incluso el Gobierno central se acoge al presupuesto cero para proyectos memorialistas. Solo en Andalucía y País Vasco, como islotes regionales a norte y sur de la península, subsisten estas ayudas.
Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2012 reflejaron un recorte del 60% en esta partida, que pasó de 6,2 millones de euros a 2,5 millones. Esta cantidad se destinó en exclusiva a exhumaciones, lo que provocó la paradoja de que el Gobierno de Mariano Rajoy consignase más dinero a este fin que el de José Luis Rodríguez Zapatero un año antes (1,9 millones en 2011). En los PGE de 2013, sin embargo, se elimina cualquier asignación a la Comisión Interministerial creada para la Memoria Histórica.