Fragmento de la noticia con idéntico título tomado del blog «Los desastres de la guerra» por GERVASIO SÁNCHEZ
Foto del mismo autor.
Una digna exhumación tras 73 años de espera. Es lo que ocurrió el viernes en Cetina, una localidad aragonesa situada a 130 kilómetros de Zaragoza, donde fueron exhumados doce vecinos de Torrijo de la Cañada, fusilados en noviembre de 1936. La mayoría eran miembros de la Unión General de Trabajadores, algunos con cargos públicos en el ayuntamiento. Un equipo formado por siete arqueólogos españoles, una antropóloga forense argentina y varios voluntarios de la Asociación por la Recuperación y la Investigación Contra el Olvido (A.R.I.C.O.) trabajó durante una semana hasta conseguir recuperar los restos enterrados a más de metro y sesenta centímetros de profundidad.
Hace dos años A.R.I.C.O. se puso en contacto con algunos de los familiares con el objetivo de documentar los hechos. Gracias a una subvención de Vicepresidencia de Gobierno de 38.500 euros pudieron iniciar los trabajos de localización del lugar exacto donde se produjo el el entierro ilegal. “Ese dinero ha servido para financiar el largo proceso de búsqueda. Tuvimos que alquilar un georadar que verificase si se había producido excavaciones o movimientos de tierra en el pasado, contratar al equipo arqueológico, buscar los alojamientos y ponernos en contacto con el laboratorio que se va a encargar de las identificaciones de los restos”, explica Santiago Carcas, presidente de A.R.I.C.O. (…)
Ver noticia completa y más imágenes en el blog «Los desastres de la guerra» por GERVASIO SÁNCHEZ.