Una vez más, el monolito del alto de Igal-Vidángoz (Navarra) en recuerdo a los esclavos del franquismo que abrieron la carretera que comunica los valles de Roncal y Salazar ha sido agredido. En este caso, los agresores arrancaron la placa explicativa situada en el monolito, arrojándola a la maleza de las inmediaciones, junto con los ramos de flores que había situadas en su base. Nos damos cuenta que los herederos ideológicos del franquismo no quieren que haya ningún símbolo que refleje las atrocidades de este régimen. Ocultan la verdad y sus actuaciones dan buena fe de ello.
No se trata de un hecho nuevo. El monolito ha sido atacado en varias ocasiones, y en dos de ellas se ha podido identificar a los autores. Incluso en la última ocasión integrantes del grupo “Falange y Tradición” fueron detenidos e imputados, entre otros por este ataque. Sin embargo, tenemos la certeza de que a pesar de estas identificaciones, los autores siguen de este tipo de ataques siguen actuando con total impunidad, amparados en más de una ocasión por las autoridades.
Sin embargo, a pesar de todo ello, desde Memoriaren Bideak no vamos a cejar en nuestro empeño, tanto en la denuncia de estos hechos como en el reconocimiento público a quienes sufrieron las consecuencias del fascismo. Como lo hacemos desde el año 2004, seguiremos celebrando el homenaje a los esclavos del franquismo en el alto de Igal, para escuchar de primera mano, en voz de los y las testigos que las sufrieron, las atrocidades que después de 75 años esta gentuza quiere seguir ocultando. Una placa es fácil de arrancar, pero las voces de la verdad y la memoria no se podrán acallar. Seguramente, que con las prisas y lo difícil que estaba la placa para quitar no les dio tiempo a leer lo que en ella ponía:
A los dos mil prisioneros antifascistas que abrieron esta carretera
Errepide hau ireki zuten 2000 antifaxisten omenez
Igari – Bidankoze – Erronkari (1939 – 1941)
Vuestra memoria, la libertad / Zuen oroimenak, askatasuna
/ A Vosa memoria, liberdade / La llibertat, vostra memoria
Así mismo, queremos recordar que el monolito no sólo recibe ataques, sino que sobre todo es visitado, fotografiado, cuidado… por cientos de personas que pasan por allí. Son esas personas que ponen flores, que se detienen y piensan, o que avisan de los ataques, quienes siguen manteniendo viva la memoria de las y los esclavos del franquismo, de sus ansias de libertad.
Memoriaren Bideak
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