Discurso de José Ramón Martínez, alcalde de Sartaguda en el homenaje a los fusilados de la Vuelta del Castillo

Egunon, buenos días.

Llevamos varios años haciendo estos sencillos homenajes a todas las personas asesinadas por el Franquismo en Navarra, gente que fue arrancada de sus casas por el simple hecho de pensar diferente, gentes comprometidas que intentaba sacar un país adelante, que lucharon por sus familias, que querían dejar de ser vasallos y ser ciudadanos, que llenaron un país de esperanza, de libertades, querían la igualdad entre las gentes sin rangos de nobleza, igualdad entre sexos, crearon escuelas, querían un reparto justo de las tierras, un país laico, en fin, una verdadera democracia, pero todo ello se vino abajo por la sin razón de unos fascistas, que impusieron las armas, los tiros, la muerte, la humillación, el miedo.

Hoy en estos tiempos de Memoria Histórica, quisiera empezar por recordar a las personas que de verdad empezaron este camino, a todas esas personas que allá hacia el año 1978 tuvieron la valentía de sacar a muchos de sus muertos de cunetas, tapias de cementerios, montes, de fosas, con poco más que con sus manos, pero con ilusión, con mucha ilusión, con mucho cariño, sin ayudas económicas, muchas veces incluso sin saber si iban a encontrar a sus seres queridos, esas personas son las que iniciaron este proceso. Un proceso que ahora, sus hijos, los nietos han querido continuar, unos nietos que han nacido sin miedos impuestos como sus padres, algunos de los cuales todavía no han podido superar todavía, esos nietos que a través de las diferentes asociaciones o colectivos o personalmente trabajan para que la verdad salga a la luz y que el resto del mundo sepa lo que de verdad ocurrió.

Hagamos también un recuerdo a las grandes perdedoras, o tal vez, las grandes ganadoras de esta historia, a las viudas, que les mataron los maridos, las robaron, las ultrajaron, las pasearon, les dieron aceite de ricino, las humillaron, y a saber que otras barbaridades más que no nos han querido contar, pero ellas fueron también las ganadoras, con todo en contra, supieron sacar la familia adelante, trabajando duro y soportando de todo y aún así supieron dar a esos hijos e hijas la mejor de las educaciones, la que no se encuentra en los libros, el saber formar a sus hijos lejos de odios o venganzas, haciéndoles fuertes ante la adversidad, trabajadores como los que más, inculcándoles el amor y el cariño hacia ese padre que muchos y muchas no llegaron ni siquiera a conocer y que sin embargo cuando uno escucha sus vivencias o ve una exhumación comprueba con que cariño reciben a su ser querido, cariño de verdad, de corazón y que con esas lágrimas les transmiten todo su amor y el de sus madres guardados 75 años para la ocasión, aunque para muchos solo sean huesos.

Ahora pueden y podemos levantar la cabeza alta, con orgullo, poco a poco les vamos haciendo justicia, vamos clamando su inocencia y la sinrazón de los que los asesinaron, poco a poco vamos ganándoles la guerra, con lo más difícil, con la palabra, sin armas, sin balas, hoy además podemos presumir de tener en Navarra el mayor monumento a las víctimas de fascismo del sur de Europa y único en España, tenemos el Parque de la Memoria, un hito histórico la consecución de su construcción, así como su inauguración. Han pasado casi tres años desde ese día y podemos decir orgullosos que son miles las personas que han pasado por su puerta, personas de Navarra, de diferentes Comunidades Autónomas, de diferentes países del resto del mundo, de diferentes razas y culturas, unos a visitar, otros a conocer, otros simplemente a recordar a su familiar, cada mes, cada fin de semana, cada día, hay gente que lo visita, pero este gran Parque, que recordemos es en homenaje a las personas navarras, de toda Navarra, necesita la ayuda de las instituciones para subsistir, las Asociaciones no tienen dinero ni infraestructura suficiente para su mantenimiento diario, hoy el Ayuntamiento que presido se ha hecho cargo de los gastos y del mantenimiento del mismo, todo porque el Gobierno de Navarra no quiere asumir su coste, por una razón u otra, da igual, el problema son esos políticos que nos ofrecen buenas palabras, buenas intenciones, que parece que te están dando y en realidad te están quitando, porque si de verdad querían aceptar ese mantenimiento, si de verdad había buenas intenciones no hay excusas para denegar la ayuda, simplemente se busca la solución adecuada y en este tema UPN no ha tenido nunca buena voluntad, aunque no es de extrañar porque todavía este Gobierno no se ha dignado a visitar el lugar que homenajea a los 3451 asesinados de Navarra, que se dice pronto, por los cuales la derecha 75 años después no ha pedido perdón, porqué será, pero no solo eso, ni siquiera se digna a señalizarlo por las diferentes carreteras de acceso, todavía estoy esperando respuesta del Sr. Corpas desde 2008, que interés, que falta de voluntad y de respeto hacia esos hijos e hijas que con sus impuestos le están pagando su salario, que poca vergüenza, pero también quisiera dar un tirón de orejas al resto de Grupos Parlamentarios que sabiendo lo ocurrido todavía no han dicho públicamente ni una sola palabra sobre el tema, por eso vuelvo a exigir a las fuerzas políticas que de una vez por todas se comprometan de verdad, con hechos, a una vez pasadas las elecciones buscar la fórmula para que el mantenimiento sea cosa del Gobierno de Navarra.

También escuchamos estos días a diferentes políticos decir, que están en apoyar las iniciativas para exhumar a los enterrados en las cunetas, que están del lado de estas víctimas, dejémonos de palabras, de fotos en estos días de campaña electoral, de trajes para la ocasión y pongámonos el mono de trabajo, porque estas gentes saben muy bien que quieren, saben que les queda poco tiempo, la naturaleza no perdona, saben quienes les han prestado su ayuda desinteresada durante años, quienes les han oído y querido escuchar, quienes se han emocionado y llorado con ellas, pero también saben quienes solamente les han dado palabras y promesas, saben, que con palabras no se soluciona la situación, se soluciona trabajando, codo a codo con ellos y con las diferentes asociaciones, porque con buenas palabras y con buenas intenciones llevamos muchos años. 75 años después todavía estamos hablando de buscar a nuestros familiares para exhumarlos, y no solo para eso sino para eliminar y dejar sin validez esas farsas de juicios por lo que fueron condenados sus familiares y asesinados después, porque seguramente si hace tiempo que nos hubiéramos puesto a trabajar en vez de prometer, hoy esa página que dicen que hay que pasar, sencillamente hace tiempo que estaría leída.

Pero no quiero terminar sin antes agradecer a todas esas víctimas, hijos e hijas, hermanos/as, que han pasado por el Parque de la Memoria, a mis vecinos y vecinas de Sartaguda y también a las que componen a las diferentes asociaciones, Julio, Delfín, Paz, Luisa, Tere, Tomás, Mirentxu, Josefina y cientos de hombres y mujeres, por la lección de humanidad, dignidad, amor, respeto y buen corazón que durante estos años me han ido transmitiendo, una lección que me ha hecho crecer como persona, porque ni un solo gramo de odio ha salido de vuestras bocas, muchas gracias por contarme vuestra historia, por ello, al final de mi discurso no me aplaudáis a mí, darles el aplauso ha esa generación que creció sin derechos ni libertades, pero con grandes valores y una increíble humanidad y recordad que tanto ellas como las personas asesinadas no pertenecen a ningún partido, ni sindicato ni asociación, pertenecen a la sociedad.

Muchas gracias y nos vemos el 14 de mayo en Sartaguda.

VIVA LA REPUBLICA.